Actualmente la exposición a disruptores endocrinos o alteradores hormonales es común en todos los entornos: laboral, escolar, doméstico, de ocio… Ya se conocen alternativas a las sustancias que contienen alteradores hormonales y la aplicación de estas medidas supondría un claro beneficio para la salud y el bienestar de toda la población, especialmente de los grupos de mayor riesgo como niños, mujeres embarazadas y enfermos.
Esta iniciativa, enmarcada en el proyecto ¡Que no te alteren las hormonas! de la Fundación Alborada, tiene como objetivo coordinar y hacer crecer una red de ciudades españolas comprometidas con la salud de sus habitantes.
El compromiso no es otro que la reducción de la exposición a productos cotidianos que interfieren con el sistema hormonal.
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